La muestra, patrocinada por Iberdrola, estará abierta al público desde el 30 de junio hasta el 9 de noviembre y propone un recorrido temático y cronológico por la trayectoria del artista neoyorkino, que investiga de manera figurativa y literal los ciclos de la vida, la muerte y el renacimiento, recurriendo a elementos primarios, como el fuego y el agua
El Museo Guggenheim Bilbao ha inaugurado la exposición Bill Viola: retrospectiva, un recorrido temático y cronológico por la trayectoria de uno de los artistas más importantes de nuestro tiempo y pionero en el desarrollo del videoarte. Esta ambiciosa exposición, que aporta una completa visión del trabajo de Viola y de la evolución del arte audiovisual como forma artística, está organizada por el Museo Guggenheim Bilbao y cuenta con el patrocinio de Iberdrola. Interesado en el misticismo, la poesía y las filosofías, tanto de oriente como de occidente, Viola empleó las posibilidades técnicas del vídeo como herramienta en su constante indagación acerca de la condición humana, el nacimiento y la muerte, o los procesos de cambio, renacimiento y transfiguración, temas destacados en su obra.
Durante la inauguración, el jefe del Gabinete de Presidencia de Iberdrola ha destacado que “el apoyo a esta exposición forma parte también del activo compromiso de Iberdrola con el arte y difusión. Porque somos conscientes de la importancia del arte para la sociedad pues se trata de un elemento clave para conocernos y para transformarnos; es, al mismo tiempo, un testimonio y una visión; nos ayuda a no perder nuestro pasado y ganar nuestro futuro”.
La exposición Bill Viola: retrospectiva se remonta a sus primeras experiencias con el vídeo e incluye tempranas cintas monocanal como Cuatro canciones (Four Songs , 1976) y El estanque reflejante (The Reflecting Pool, 1977–79) en las que su contenido poético aborda ya cuestiones tan importantes como la noción del tiempo y su deconstrucción, el significado de nuestra existencia y lugar en el mundo.
En las obras de la década de 1980, cuando Kira Perov (su esposa y colaboradora desde entonces) comienza a trabajar con el artista, se centra en reunir imágenes para ser empleadas en piezas para ser transmitidas por televisión. Emplea la cámara y objetivos especiales para capturar el paisaje y grabar imágenes de lo que normalmente se encuentra más allá de nuestra percepción. Esta etapa también sirve de transición hacia las instalaciones de los 1990, que ocupan salas enteras y sumergen al observador en la imagen y el sonido. También comienza a añadir elementos físicos a sus trabajos. El interés constante de Viola por los temas espirituales se evidencia en objetos escultóricos como Cielo y Tierra (Heaven and Earth, 1992) y en grandes instalaciones, como Una historia que gira lentamente (Slowly Turning Narrative, 1992).
Con la llegada del nuevo milenio y las pantallas planas de gran definición, Viola comienza a producir piezas de pequeño y mediano formato en una serie que tituló Las Pasiones , un estudio en torno a las emociones a cámara lenta, como Rendición (Surrender ), o que muestran el paso del tiempo y de las generaciones, como La habitación de Catalina (Catherine’s Room) y Cuatro manos (Four Hands ), todas de 2001. A estas obras íntimas le siguen instalaciones monumentales como Avanzando cada día (Going Forth By Day, 2002), en la que cinco grandes proyecciones murales que comparten un espacio común invitan a los espectadores a indagar en sus vidas y en la existencia humana.
Durante la última década y empleando diversos medios y formatos, Viola ha seguido mostrando lo fundamental de la experiencia de la vida, algo que ilustra, de manera elocuente, su empleo del agua en obras como Los inocentes (The Innocents , 2007), Tres mujeres (Three Women, 2008) y Los soñadores (The Dreamers , 2013), y su recorrido por el ciclo de la vida que se inicia en la exposición con Cielo y Tierra (Heaven and Earth, 1992) y concluye con un renacimiento en la obra Nacimiento invertido (Inverted Birth, 2014).
Iberdrola invita a conocer, de forma gratuita en horario especial, la exposición 'Bill Viola: retrospectiva' en el Museo Guggenheim Bilbao:
- Los días 30 de junio y 1 y 2 de julio la entrada será libre de 20.30 a 23.30 horas, fuera del horario de apertura general del Museo.
- La compañía se suma a la celebración del XX aniversario del Museo Guggenheim Bilbao mediante el patrocinio de esta muestra, dedicada a una de las figuras más relevantes del arte contemporáneo internacional.
La muestra, patrocinada por Iberdrola, estará abierta al público desde el 30 de junio hasta el 9 de noviembre y propone un recorrido temático y cronológico por la trayectoria del artista neoyorkino, que investiga de manera figurativa y literal los ciclos de la vida, la muerte y el renacimiento, recurriendo a elementos primarios, como el fuego y el agua.
Comisariada por Lucía Agirre, la exposición abarca desde los primeros experimentos con el videoarte que Viola desarrolló a principios de los años setenta hasta algunas videoinstalaciones monumentales realizadas en esta última década: Mujer fuego (Fire Woman, 2005), La ascensión de Tristán (Tristan's Ascension, 2005) o Los soñadores (The Dreamers, 2013), entre otras. De este modo, se desvelan al espectador los diferentes temas que han sacudido su dilatada producción.
El recorrido revela, asimismo, la evolución del trabajo del artista a lo largo de 40 años de trayectoria y la transformación de su lenguaje, que coincide con el revolucionario desarrollo de la tecnología y las técnicas audiovisuales, cuyos avances ha ido incorporando de manera progresiva a su producción creativa.