Pasaje nocturno II (2011)

•   Darío Urzay
•  Técnica mixta sobre dibond, 380 x 180

Las piezas Pasaje nocturno I y II  responden a un encargo directo de Iberdrola al artista para los dos paneles que se observan, simétrica y frontalmente, cuando se accede al interior del vestíbulo de Torre Iberdrola, a ambos lados del pasillo central que conduce a los ascensores generales. La escala, el tema y la posición resultan grandiosos.

Suele ser infrecuente en los últimos tiempos que Darío Urzay otorgue título a sus obras con palabras que remitan a elementos reconocibles. Prefiere la abstracción de los números de archivo o de coordenadas. A un tipo de pintura no realista como la suya conviene la no sugerencia de alusiones que obliguen a interpretarla en este o aquel sentido señalado por las palabras del título. Es histórica la querencia de los artistas abstractos por numerar sus obras o dejarlas sin título para no facilitar ninguna lectura basada en alusiones textuales, dejando abierto el acercamiento y la interpretación libre, no condicionada.

En estos dos casos, Urzay no sigue esa pauta y titula ambas obras con nombres que evocan ciertos lugares, pues la mención a «pasajes nocturnos» remite a tránsitos y oscuridad, a vías de paso y tinieblas. A pesar de ello, las pinturas desprenden luz. Tras la superficie de pulida transparencia anidan lechos de luminosidad, entre ráfagas cromáticas, para escenográficas ensoñaciones del inconsciente, y de ahí, quizá, la cita a lo nocturno. La pintura ocre alude al interior de terrosas y cálidas cavernas, y la azul, a la profundidad de frías simas.