Javier Pérez, Bilbao 1968, es uno de los artistas contemporáneos vascos con mayor proyección internacional. Su trabajo forma parte de algunas de las principales colecciones tanto de museos nacionales como internacionales, entre los que se encuentran el Museo Guggenheim y el Museo de Bellas Artes de Bilbao, así como de importantes colecciones privadas e institucionales. En 2001 representó a España en la 49ª Bienal de Venecia con la obra "Un pedazo de cielo cristalizado", actualmente instalada de forma permanente en el atrio del Museo Artium de Vitoria.
"Me interesa también la manera en que, en su aspecto externo, se pueden reconocer los pequeños cambios que de forma acumulativa le va provocando el crecimiento, estableciendo inquietantes conexiones entre lo vegetal, animal y mineral"
"Yo quería acceder a su interior y hacerlo visible; despojarlo de su caparazón y, como si de un cuerpo desollado se tratara, mostrar su funcionamiento interno. Al aportarle el aspecto liquido y traslúcido de la sangre, como en una transfusión sanguínea, convertirlo en algo visceral, como un corazón con su capacidad de irradiar vida" Vida Quieta nos habla también de otra medida del tiempo. Pone en evidencia la transitoriedad del ser humano y la insignificancia de sus ciclos vitales frente a una temporalidad mucho más dilatada. Como el propio artista nos dice:
En palabras del artista:
En esta obra, el olivo se desprende de su protección epidérmica para exhibir sin pudor su corporeidad descarnada y su desprotegido interior, como un sistema capilar puesto al desnudo para dejarnos ver su terrorífica y violenta belleza interna. Se nos presenta así, como una imagen fantasmagórica y desmaterializada de orgánica fluidez y barroca exhuberancia.
Tras un meticuloso y laborioso proceso de moldes y contramoldes realizados a un olivo milenario, nos enfrentamos a una obra escultural, réplica exacta del original, de roja y vibrante resina traslúcida.
La obra, planteada como un proyecto site-specific, establece un claro e intencionado diálogo con el resto de olivos que ocupan el mismo espacio. Así mismo, interactúa con los constantes cambios de luz que recibe, relacionándose de esta manera, tanto con el interior como con el exterior del edificio.
Vida Quieta es la propuesta del artista vasco Javier Pérez al encargo realizado por la Colección Iberdrola para su exhibición permanente en el atrio de su Sede Corporativa.