En esta nueva obra de la serie Busted Glass Series, Ruscha opta por un tono marrón profundo que cubre toda la superficie del papel. Sobre este fondo, traza perfiles angulosos y curvas leves que evocan la rotura de un cristal. La simplicidad formal de la imagen oculta una carga conceptual más profunda, en línea con la exploración de trompe-l'œil que ha caracterizado a Ruscha desde los años 60. Esta exploración de la ruptura y la materialidad se conecta con la preocupación de Ruscha por la relación entre imagen, objeto y significado. Así como en Actual Size (1962) cuestionaba la fidelidad entre representación y realidad al pintar un objeto a tamaño real, en Fractured Pane juega con la percepción de la realidad y la fragilidad: el vidrio roto es un referente reconocible, pero en su transposición pictórica carece de contexto, tamaño definido o tridimensionalidad real. Al igual que en Noise, Pencil, Broken Pencil, Cheap Western (1963), donde la palabra "Noise" se vuelve ambigua por su falta de dimensión física, aquí la fractura nos hace zozobrar entre la representación y la realidad. El resultado es una obra donde la ruptura deja de ser un evento puntual y se convierte en una imagen persistente, una metáfora del deterioro y la transformación que atraviesa gran parte de la producción de Ruscha.
Considerado un exponente fundamental del pop y el arte conceptual, Ed Ruscha ha expuesto individualmente en instituciones como el Museo Reina Sofía en Madrid y la National Gallery de Londres. Sus obras forman parte de colecciones de gran prestigio como el Fine Arts Museums de San Francisco, Los Angeles County Museum of Art y el Whitney Museum de Nueva York.