Cristina Lucas (Jaén, 1973) combina la investigación histórica con la expresión plástica, abordando cuestiones relativas al poder, la memoria colectiva y las estructuras sociales con un empleo recurrente de la ironía para cuestionar narrativas hegemónicas. Su formación incluye estudios en la Universidad Complutense de Madrid y estancias en la Universidad de California; circunstancias que ampliaron su perspectiva y la llevaron a desarrollar su trabajo en diferentes ámbitos como la performance, la instalación o el vídeo.
Este trabajo de gran formato presenta una composición pictórica y diversos elementos adheridos a la pared circundante. Sobre el lienzo, Lucas ha aplicado pigmentos de tonalidades suaves —rosas, azules y amarillos— que se funden y se superponen, evocando una atmósfera etérea. La inclusión en el título del filósofo Peter Sloterdijk sugiere una reflexión en torno al espacio habitado y a la idea de “esferas”, concepto característico de su pensamiento. Las vibraciones cromáticas y la espontaneidad gestual se combinan con pequeñas piezas orgánicas o minerales colocadas alrededor del cuadro, generando la impresión de un microcosmos en expansión. La singularidad de este lienzo radica en la fusión del gesto pictórico con elementos tridimensionales articulando un lenguaje que aúna delicadeza estética y reflexión conceptual. De esta manera, la pintura se torna un escenario expandido, un cosmos particular donde se confrontan nociones sobre la vida, el conocimiento y la posibilidad de “habitar” imaginarios compartidos. Esta fusión de pintura e intervención espacial es coherente con la trayectoria de Lucas, quien a menudo recurre a metodologías híbridas para cuestionar la linealidad de los relatos históricos y culturales.
Girando en el austero ballet de las estrellas manifiesta la voluntad de Cristina Lucas por ampliar las fronteras de la pintura, incorporando referencias filosóficas y materiales insólitos que desdibujan los límites entre la obra y su entorno. Su repertorio creativo, a menudo expuesto en bienales y certámenes internacionales, le ha valido distinciones como la residencia en la Rijksakademie van beeldende kunsten de Ámsterdam.