• Squashed [Aplastado]
      

Squashed [Aplastado] (2010)

Pocos artistas desdibujan tan bien las fronteras entre pintura y escultura como Ángela de la Cruz. En sus obras explora los límites del espacio pictórico planteando una reflexión crítica en torno a elementos estructurales básicos, como el bastidor; “En el momento en que corto el lienzo, me deshago de la grandiosidad de la historia de la pintura”.

Las obras de esta artista española, que nació en La Coruña en 1965 pero vive y trabaja en Londres desde 1989, están impregnadas de su personalidad, repletas de vitalidad y rebeldía.  A menudo emplea sus propias proporciones para crear las obras que luego deforma, elogiando lo imperfecto para acercarlo al espectador. El mono-cromatismo, la repetición, la modificación y el juego de escalas son rasgos básicos de su obra, que conjuga con temas como la desigualdad social, la situación política, los efectos del cambio climático o las guerras y atentados.

“Squashed” está pintada con el lienzo tensado en el bastidor. Con el trabajo de sucesivas manos de óleo con aditivos se consigue una pintura muy brillante y casi perfecta, solo delatada por las marcas de la brocha, característica propia de todas las obras de la artista. Después se libera a la pintura de sus ataduras cortando el bastidor por diferentes lugares, provocando que el lienzo se acomode a su nuevo espacio.

Ángela de la Cruz es sinónimo de superación tanto en su vida personal como en la carrera artística. Fue nominada para el Premio Turner en 2010. Ha sido galardonada en España con el Premio Nacional de las Artes Plásticas 2017. El jurado reconoció la "intensidad de su obra que explora la compleja relación entre el espacio ilusionista de la pintura y la presencia física de la escultura”.